Ciudad de México.- Este 2020 nos deja muchos aprendizajes de vida y salud. Hemos sido fuertes y empáticos con los que nos rodean. Hemos aprendido que el aislamiento nos permite cuidar a nuestra familia y a nuestra comunidad para en un futuro cercano poder estar juntos y abrazarnos de nuevo.
Algo inevitable dentro de esta cuarentena extendida, es el desarrollo de emociones que pueden alterar nuestra imagen: ansiedad, sedentarismo, cansancio, depresión e incluso la falta de vitamina D son factores que se reflejan en nuestras líneas de expresión, en el color de la piel, en la hidratación facial y en el pelo.
El aumento de cortisol – hormona que se libera como respuesta al estrés- es alarmante, su presencia reduce considerablemente nuestros niveles de colágeno en el rostro propiciando la aparición de arrugas que se van profundizando con el paso del tiempo, así como de manchas en el rostro que se pueden convertir en un problema dermatológico. La caída del pelo y la aparición de dermatitis en diversas partes del cuerpo, siendo las manos una de las más comunes gracias al uso constante de gel antibacterial y los problemas circulatorios en las piernas que pueden derivar en la aparición de varices, son comunes desde que empezamos el aislamiento.
Los cambios emocionales afectan a la piel, somatizamos lo que sentimos y generamos un desequilibrio anímico que desordena totalmente nuestro organismo alterando nuestra alimentación, nuestra digestión y la tensión muscular, haciéndonos perder tonificación. Aunque no tenemos la certeza de cuándo podamos regresar a nuestra rutina normal, es momento de consentirnos con una bomba de hidratación y cuidados que nos llevaran a iniciar el 2021 con un nuevo rostro y con mejores ánimos para cumplir cada uno de nuestros propósitos.
¿Qué hacer?
Te recomendamos utilizar sueros hidratantes después de lavar tu rostro, esto te ayudará a que tu piel se mantenga elástica y no se reseque. Opta por aquellos que sean libres de alcohol, sin aditivos, sin parabenos y sin siliconas.
Mascarillas nocturnas 2 veces por semana. Es importante utilizar mascarillas al menos dos veces a la semana, especialmente por la noche, ya que al lavar el rostro antes de dormirnos nuestros poros están preparados para absorber todo tipo de nutrientes. Una de las más benéficas para la piel es de miel con yogur natural, esta se prepara con una cucharada de yogur, una cucharada de miel de abeja y unas 5 gotitas de limón, se mezcla hasta tener una consistencia homogénea, se aplica y se deja reposar por 30 minutos. Retirar con agua tibia.
Criofacial. Este tratamiento es ideal para quienes buscan un resultado más natural a través de procesos no invasivos. Si tienes rostro cansado, ojeras y arrugas muy pronunciadas, la solución está en una aplicación que va desde los 5 hasta los 9 minutos de aplicación. Este tratamiento de CRYOmx consiste en aplicar vapor de nitrógeno líquido a -90 grados, cuya sensación refrescante penetra las capas más profundas de la piel activando los fibroblastos, estimulando la producción de colágeno rellenando los surcos que se forman en tu rostro.
Si bien la disminución de los niveles de actividad física y aumento del tiempo que destinamos a estar sentados es inevitable con la situación actual, las consecuencias a corto y largo plazo pueden reversibles si actuamos a tiempo. Consiéntete y date la oportunidad de dedicarte tiempo para sentirte y verte renovado.
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