La pandemia por COVID-19 ha provocado un revés a la economía mexicana desde el inicio de la cuarentena en marzo. A pesar de esto, en tres estados se recuperaron empleos en los últimos tres meses: Chihuahua, Tabasco y Baja California.
De acuerdo con cifras presentadas por el IMSS, de agosto a octubre se recuperaron 37.5 por ciento de los empleos que se perdieron entre marzo y julio. Los cuales representan más de 113 mil plazas laborales.
Leonardo González, analista Real Estate de Propiedades.com explica que estas entidades se ubican en regiones con plazas inmobiliarias diferenciadas. Hoy, viven una fase donde repuntan sus expectativas de plusvalía anclada a mejora en la situación laboral de sus ciudades.
“Al mejorar la oferta de empleo, se reporta una mejor habitabilidad que potencia ciudades con mayor inversión productiva y capital humano. Esto incrementa la orientación inmobiliaria y estas entidades mejoran en los rankings nacionales. Además, incentivan la generación de nuevos ingresos”, añade.
Vivir en Chihuahua
De acuerdo con la sección de Valores de Propiedades.com, si buscas casa en venta en Chihuahua, el precio medio es de 2.2 millones de pesos. Mientras que, en renta, es de 12,789 pesos mensuales.
Si prefieres comprar un departamento, el precio medio de este tipo de propiedades es de 2.6 millones de pesos. La renta media mensual es de 12,297 pesos.
Vivir en Tabasco
Los precios de las casas en venta en Tabasco tienen un precio medio de 1.8 millones de pesos, según Valores. Mientras que para los departamentos es de 737,803 pesos.
El alquiler medio mensual para las casas es de 12,304 pesos y 7,870 pesos para los departamentos.
Vivir en Baja California
Para quienes quieren vivir en Baja California, las casas en venta tienen un precio medio de 1.7 millones de pesos. La renta de este tipo de propiedad es de 16,184 pesos al mes.
Respecto a los departamentos en venta, el precio medio es de 3.1 millones de pesos. Si prefieres alquilar, la renta media mensual es de 15,847 pesos.
Cómo impacta el aumento de empleos en la vivienda
González explica que, ante una mayor capacidad de pago, se nota un incremento en la capacidad hipotecaria. Esto consolida la demanda efectiva de vivienda en las ciudades y cumplir las metas de edificación, reduciendo el rezago habitacional.
Por otro lado, indica que el aumento de empleos también detonará —a largo plazo— oportunidades, crédito e inversión inmobiliaria.
“Ante la situación de desempleo y caída persistente de salarios reales, estas tres entidades son plazas con buenas áreas de oportunidad para su población”, señala el experto.
COMENTARIOS