En 1987, la Organización de las Naciones Unidas ponía sobre la mesa la discusión de las consecuencias medioambientales, sociales y económicas negativas que el desarrollo económico y la globalización estaban trayendo consigo. Ante este planteamiento, la palabra sostenibilidad aparecía por primera vez como un concepto de solución para un futuro de las sociedades contemporáneas más equilibrado y promisorio.
Hoy en día, el concepto de sostenibilidad involucra tres enfoques derivados de la misma industrialización y el crecimiento desmesurado de la población mundial: cuidado del medioambiente (partiendo de la idea que los recursos naturales no son inagotables), la búsqueda equitativa del desarrollo social (una buena calidad de vida, educación y salud) y un crecimiento económico uniforme (y equitativo).
A partir de esta visión, tanto la sociedad, como entidades públicas y privadas deben participar de manera activa y constante, en la creación de esquemas que contribuyan a cumplir dichos enfoques que abarca el concepto de sostenibilidad en vías de evitar desigualdad social y escasez de recursos naturales, indispensables para la vida humana.
No solo es un tema de cuidado de medio ambiente, sino de un desarrollo y cuidado integral por la sociedad para prometer un mejor futuro. Según datos de la ONU, en los últimos años, solo el 1% de la población global posee el equivalente al 43% de riqueza mundial. Y si juntamos la riqueza de las 300 personas más ricas del mundo estaríamos hablando de una cifra que representa el equivalente a 3,000 millones de personas en situación de pobreza.
En el tema de calentamiento global, la ONU también afirmó que, si se continúa con el estilo de vida tan vertiginoso y excesivo, la temperatura aumentaría 1.5 grados Celsius entre el 2030 y 2052, representando un nivel de mar que ya impactaría considerablemente los espacios terrestres de la geografía del planeta.
Por otro lado, la llegada de la pandemia que ha protagonizado este 2020, inclinó a la población y a sus industrias a hacer una pausa – casi obligatoria – en donde se han reconfigurado estructuras económicas, industriales y de estilo de vida. Es justo donde este nuevo acomodo debe velar por el uso óptimo de recursos económicos y naturales, una industria más cordial con el medio ambiente y estructuras económicas más equitativas.
“En Carvajal Empaques, siempre hemos operado bajo lineamientos de ley, desde el 2016 posicionamos la sostenibilidad al interior de la empresa como uno de los pilares estratégicos más importantes con el propósito de mejorar la eficiencia de nuestros procesos internos para minimizar los impactos ambientales que generamos en los entornos donde operamos, cuidando del suelo, el aire y el agua”, comentó Luz Amanda Andreu, Directora de Mercadeo & Sostenibilidad Región Norte de Carvajal.
Actualmente Carvajal Empaques realiza diferentes iniciativas que ayudan a minimizar el impacto ambiental como:
- La gestión eficiente de residuos la cual consiste en reciclaje pos industrial, donde parte del material sobrante del proceso, es retornado al ciclo productivo, disminuyendo la cantidad de residuos.
- Uso sostenible de la energía, donde cada país donde opera Carvajal Empaques implementó iniciativas para hacer un uso eficiente de este recurso como mantenimiento constante de los equipos periféricos que por deterioro pueden consumir más energía de la necesaria.
- Elaboración de productos responsables con el medio ambiente, conocidos como eco empaques; recuperando material pos consumo para la producción de nuevos empaques.
Es un momento crucial para la humanidad, de encontrar esquemas sostenibles en los tres enfoques planteados por este concepto. Por un futuro donde el planeta no requiera de otra pandemia, para poner un alto a un estilo de vida que omita el respeto por todos los seres vivos, el cuidado ambiental y la búsqueda de sociedades más equitativas.
Para más información de los programas de reciclaje, consulta www.facebook.com/CarvajalNorte
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