Como residente de Nuevo Laredo, no puedo evitar sentirme orgulloso al conocer el reciente reconocimiento otorgado por el Gobierno Federal a nuestra aduana. Ser catalogada como la número uno de todo el país por su dinamismo y aporte al comercio exterior es un logro significativo que refleja el esfuerzo y la dedicación de nuestra comunidad.
Con casi cuatro millones de operaciones entre enero y septiembre de 2023, el Puente del Comercio Mundial de Nuevo Laredo ha demostrado ser un actor clave en el panorama aduanero mexicano. Las estadísticas de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) revelan que las 3,982,028 operaciones registradas equivalen al 36.1% del total nacional. Esto no es solo un número; es un testimonio palpable de la importancia y eficiencia de nuestra aduana.
El contraste con la situación de la aduana de Colombia, Nuevo León, resalta aún más el éxito de Nuevo Laredo. A pesar de los esfuerzos del gobernador neolonés Samuel García, quien afirmaba tener la segunda mejor aduana en Colombia, la realidad es diferente. Con menos de un millón de operaciones, se encuentra en el quinto lugar a nivel nacional. Las campañas mediáticas y la construcción de carreteras no pudieron impulsar el rendimiento de una aduana que enfrenta desafíos logísticos y de infraestructura.
La ubicación estratégica de Nuevo Laredo, su trabajo en conjunto entre los niveles de gobierno y proyectos para expandir la capacidad de cruce por el Puente del Comercio Mundial son factores clave en este logro. En contraste, la aduana de Colombia enfrenta desafíos como su lejanía de centros logísticos, falta de infraestructura y servicios, así como problemas de seguridad.
Las estadísticas nacionales no mienten, y Nuevo Laredo se encuentra a la cabeza con una clara ventaja sobre otras aduanas. El reconocimiento y respaldo del Gobierno Federal, así como la iniciativa de construir la Agencia Nacional de Aduanas de México en nuestra ciudad, son señales tangibles de que estamos en un momento excepcional.
Este reconocimiento a nuestra aduana no sólo es un motivo de celebración para los habitantes de Nuevo Laredo, sino también un testimonio de cómo la colaboración y la inversión en infraestructura pueden impulsar el desarrollo económico y comercial de una región. Estamos en el camino correcto, y este éxito es un estímulo para seguir trabajando juntos por un futuro aún más próspero.
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