Por: David Dorantes / Apuntes
Sucedió la magia, esa que siempre sucede cuando quieres ayudar a una persona y terminas siendo ayudado. En mis pasados Apuntes personales titulados “No estaba listo para verla morir” en realidad quería ayudar a quien ahí mencioné, porque en esa llamada telefónica era imposible compartirle el motivo de mi empatía hacia su situación que ella estaba viviendo; al compartirles a ustedes esa experiencia, vino la magia por lo que agradezco a Alicia, Rafael, Lourdes, Gina, Enrique, María, Julieta, Nisa, Cleotilde, Carmen, Ruth, Mireya, Arnoldo, y Javier.
Sí me quedo con la más simple idea de la expresión “nobleza obliga”, que es empleada para señalar que se actúa con honestidad, por estimación propia, entonces aplica. Ampliando sobre lo que me escribió Julieta en mi Facebook, me quedo con la idea de Joseph Joubert que dice sobre la “nobleza obliga” es una dignidad que se debe a la presunción de que nosotros haremos bien, porque nuestros padres hicieron bien. Sí algo me enseñó mi madre es que debería ser agradecido.
Agradezco qué al abrir mi experiencia, generosamente fue publicada en Laredo Maquila News, POSTAMX, Expreso, y Líder Informativo. Agradezco cada uno de los mensajes que recibí por Facebook o WhatsApp. Agradezco a Alicia quién además de sus palabras, abrió las puertas de su propia historia para encantarme con la foto de su madre recibiendo un regalo de ella. Sí, y sucedió la magia, no estaba listo para ver morir a mi mamá, pero en una semana vi la vida de tantos seres que siguen siendo la luz de sus familias.
Gracias al camino de estudio –Budadharma– que me mostró Rafael García, empecé a encontrar una hermosa vida en el desprendimiento y en el desapego, por eso no extraño a mi mami. No la extraño por falta de amor, sino porque son parte de un pasado del que ya no existe, extrañarla haría anclarme en ese pasado que es irrepetible en este plano astral; de mis 47 años de edad para cuando ella murió, mi madre me tuvo, me formó, la tuve, me alejé, la descuidé, me reconcilié conmigo mismo, la recuperé, la mimé, la cuidé, y juntos nos preparamos para su partida.
Vive en mí, cada mañana, cuando en mi soledad cocino mi desayuno de frijoles con huevo. Era su comida que nos daba antes de mandarnos a la escuela con mi papá, algo que de poco en poco se convertiría en mi platillo favorito hasta ahora.
Siento su presencia, en cada momento, cuando en el ejercicio profesional me quieren acariciar los cantos de las sirenas y recuerdo aquel trapeador que mi mamá me tenía preparado en la entrada de la casa -1991- como un símbolo de humildad, ante todo.
Oigo sus palabras, cuando quiero tirar la toalla, en la desesperación por un problema o por cansancio de seguir luchando para salir adelante, y que ella me decía “nadie va a venir a ayudarte, así que sal a darle de fregadazos”, por lo que respiro hondo para seguir dando lo mejor de mí.
Sí tú no estás listo para ver morir a tu ser querido, mejor vívelo hoy y en cada momento disfrútalo lo más que puedas; por eso en estos Apuntes te comparto lo que recomienda Casa Tibet México:
ACTIVIDADES PARA HOY:
- Medita.
- Vive en el presente.
- No te aferres al pasado.
- Deja de vivir en el futuro.
Nobleza obliga, muchas gracias a ti. ¿Y tú, qué opinas? www.daviddorantes.com
COMENTARIOS