CIUDAD DE MÉXICO.- Seguramente has escuchado de un caso así: alguien revisa su historial en el buró e identifica deudas que no contrajo y que no reconoce. Esta situación puede representar un gran problema para el usuario debido a que su calificación crediticia se puede ver afectada y su capacidad de acceso a servicios y productos financieros limitada.
Este fenómeno se conoce como homonimia. En el caso de servicios y productos financieros, el concepto se refiere a que una o más personas comparten el mismo nombre, lo que puede traer confusión y un riesgo de fraudes. Aunque claves como el CURP o el RFC sirven para diferenciar a las personas a pesar de compartir el mismo nombre, algunas instituciones financieras pueden generar y utilizar sus propios códigos, lo que puede llevar a este tipo de confusiones.
“Las personas pueden solicitar su reporte especial al buró para identificar si existe algún movimiento dudoso o que no reconocen. En caso de que en este documento aparezcan servicios o productos que no contrataron es importante que se acerquen a las autoridades competentes para resolver la situación. En este reporte no solamente aparecen créditos con instituciones financieras, sino también prestadores de servicios de luz, internet, teléfono, entre otros”, afirma Daniel Rojas, CEO de Rocket.la, plataforma que brinda asesoría financiera gratuita con el objetivo de impulsar la inclusión y movilidad financiera.
¿A qué se debe?
Los usuarios de servicios financieros manejan diferentes claves como la de seguridad social, el número de la licencia, la filiación al SAT, la clave de elector o el número del Pasaporte. Eso hace que las instituciones, sobre todo las que otorgan créditos, se vayan por la más fácil, no obstante; es la que tiene más probabilidades de ser duplicada.
Por otro lado, el CEO de Rocket.la apunta que existe un gran número de personas que conocen su RFC o que no tienen asignada su homoclave. “Si una persona realiza un trámite para obtener un crédito y no da su homoclave, la posibilidad de entrar en un caso de homonimia se incrementa considerablemente”, advierte.
Esta falta de homologación de claves ha provocado que algunas instituciones recurran a otro tipo de medidas para evitar confundir los créditos de cada persona, sobre todo si tienen usuarios con el mismo nombre.
¿Cómo resolverlo?
En caso de ser víctima de un caso de homonimia, los usuarios deben acercarse con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) y presentar un escrito conocido como ‘Deslinde’. Este organismo realizará las aclaraciones pertinentes para que no se mezclen de nueva cuenta los créditos.
Si el problema de homonimia se reporta con prestadores de servicios, el cliente tiene que acercarse a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para realizar los trámites correspondientes para que se lleven a cabo las aclaraciones necesarias.
También el buró de crédito ofrece la posibilidad de atender este problema a través de una reclamación con los otorgantes de crédito; mediante la cual, los involucrados deberán proporcionar un respuesta en máximo de 29 días naturales. Si la respuesta de la institución no es satisfactoria para el usuario, éste puede incluir una declarativa en su reporte. Este trámite se puede hacer en línea a través del portal del buró.
“Los usuarios deben estar al pendiente de su historial crediticio por dos razones: para mantener una buena calificación y acceder a mejores oportunidades, así como para detectar inconsistencias o irregularidades que puedan afectarlos”, concluye Rojas.
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