CIUDAD DE MÉXICO.- En el ámbito laboral, el envejecimiento cerebral suele estar relacionado con la edad y se entiende como una limitante para el aprendizaje y la creatividad de los colaboradores. De ahí que muchas empresas se inclinen por reclutar personas jóvenes; sin embargo no hay nada más lejos de realidad, afirma Abel Navajas, Manager de Affor Health, empresa especializada en gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, el envejecimiento cerebral es un proceso irreversible, continuo y heterogéneo que está asociado a cambios y daños biológicos, psicológicos y sociales, determinados por el entorno y comportamientos de las personas a lo largo de su curso de vida, de ahí que no todos los seres humanos no envejecen de la misma manera.
“Las condiciones sociales son determinantes en este proceso, ya sea para acelerarlo o retardarlo. Cuando en un ambiente laboral los factores prevalentes son el estrés o agotamiento, estos impactan directamente de forma negativa en la productividad de los colaboradores y aceleran su proceso de envejecimiento cerebral”, añade Navajas.
El neurocientífico, Aga Burzynska de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos realizó el estudio Envejecimiento cerebral: estimulación y estrés ocupacional, él descubrió nuevas premisas para la neurociencia ocupacional.
Entre otras cosas, su investigación encontró que el entorno laboral puede acelerar el deterioro de la salud cerebral, a través de la exposición al estrés laboral, el sedentarismo y los peligros ambientales, o proteger la mente y el cerebro envejecidos a través de la estimulación cognitiva, la actividad física y el enriquecimiento ambiental. Burzynska plantea que existe una interacción a largo plazo entre estas influencias protectoras y de riesgo.
“El estrés laboral ha sido uno de los grandes riesgos psicosociales para las empresas en México. No obstante, muchas empresas ya están cambiando su ‘mindset’ y están implementando estrategias de cuidado de la salud mental de sus equipos. Algo clave es que los líderes y departamentos de Recursos Humanos deben entender que cuidar su ámbito laboral no sólo retrasa el envejecimiento cerebral, sino que también estimula la creatividad, buen ánimo y salud de todos sus colaboradores sin importar su edad”, explica el especialista de Affor Health.
Además del entorno laboral, existen factores que influyen en el envejecimiento cerebral como los estilos de vida poco saludables, el padecimiento de enfermedades vasculares y metabólicas, aislamiento social e incluso el género, ya que este proceso afecta en mayor medida a las mujeres, según el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores.
Salud mental y productividad
Aunque se trata de un proceso biológico, las condiciones sociales, culturales y económicas también influyen en las capacidades físicas y mentales de una persona; sin embargo, si se adoptan ciertos hábitos es posible prevenir el deterioro cognitivo y mejorar la salud cerebral.
“Además de cuidar el ambiente laboral, las actividades físicas y el acercamiento con especialistas de la salud mental, son indispensables para retrasar este deterioro. Se trata de que las compañías cuiden de sus equipos tanto en el corto como en el largo plazo, así los beneficios serán igualmente sostenibles pues los equipos de trabajo podrán desarrollar con mayor facilidad nuevas habilidades y conocimientos, en suma, ser más productivos”, detalla Abel Navajas.
Adicional a los programas de prevención y atención de riesgos psicosociales en el trabajo, los colaboradores pueden poner en práctica otros hábitos como:
- Implementar una dieta variada y equilibrada
- Someterse a revisiones y tratamientos para atender de forma oportuna enfermedades vasculares y diabetes
- Realizar estimulación cognitiva con actividades que requieran destreza y esfuerzo mental
- Dormir lo suficiente para evitar la degeneración neuronal
“Los entornos laborales forman parte de un gran rompecabezas que debemos modificar para contar con una buena salud mental. Hoy en día tenemos la fortuna de contar con información sobre cómo el estrés laboral impacta en el crecimiento de la organizaciones y en la calidad de vida de los colaboradores. Afortunadamente cada vez más empresas están migrando hacia esquemas más amigables que cuidan y promueven la salud mental. Aún falta mucho por hacer, sobre todo en un país como México donde los niveles de estrés son muy altos, pero entre más informados estén los líderes, mejores serán sus planes de prevención de riesgos psicosociales”, concluye Abel Navajas.
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