NUEVO LAREDO, TAM.- El ámbito político es complicado y como mujer no es nada fácil, pero con los cimientos familiares que construyeron los padres de Imelda Sanmiguel, Nuevo Laredo tiene una candidata fuerte, con la experiencia y sensibilidad que se requiere para servir a la ciudadanía.
Es neolaredense, arquitecta de profesión y con 20 años en la política, Imelda evoca el amor y la unión con que fue criada dentro del seno familiar, donde aprendió los valores del esfuerzo, trabajo y servicio; de Imelda Sánchez, su madre, aprendió que el lugar de la mujer no solo es el hogar.
Sin embargo, fueron los pasos de su padre, Arturo Sanmiguel, los que Imelda decidió seguir en la política, pues se enamoró del servicio a la comunidad.
“Mi papá inició en la política en 1995, yo tenía 11 años, después en 1998 es cuando empiezo a acompañarlo a las campañas políticas en el Partido Acción Nacional, ya con 14 años fue mi primera caminata y en el 2000 él participa como candidato a la Diputación Federal, ganamos en Nuevo Laredo y ahí fue cuando me empecé a enamorar del servicio”, expresó.
Imelda recordó que en ese tiempo, acompañaba a su padre a visitar los diferentes sectores de la ciudad, con lo que él podía bajar el presupuesto, repartían apoyos a las familias vulnerables, como regalos para los niños, incentivos para las madres y ayudas en salud.
“Fue muy gratificante, empezamos como familia a aportar y ayudar, en ese entonces teníamos un gobierno que no era del mismo partido que nosotros, así que no nos daban ningún apoyo, todo lo que hacíamos era con lo que mi papá podía gestionar, sin algún interés personal”, indicó con orgullo.
La política es una carrera complicada, recalcó Imelda, más como mujer, se debe tener la fuerza y valentía para enfrentar muchas situaciones, como ataques a su persona y familia que incluso la han hecho dudar si es lo correcto, sin embargo ver la cara de las personas que puede ayudar hace que todo valga la pena.
“Una vez viví una experiencia muy bonita, fui con unas amigas a comer a un restaurante y apareció una señora con un plato con papas fritas y me dijo: Imelda esto es para ti, no me alcanza algo más para agradecerte porque pudimos operar a mi hijo de labio leporino. Ella me trae a su hijo, lo veo, me abraza y digo no importa lo que hablen mal porque esto vale la pena”, recordó.
Con la emoción del recuerdo, Imelda recalcó que para ser funcionario público se debe tener principalmente la voluntad de hacer las cosas.
“Estoy enamorada de mi ciudad, mi estado y su gente de gran corazón. Gracias por el apoyo y la confianza que me han dado, por abrirme las puertas de sus hogares, no soy una candidata improvisada, todos los días me preparo, tengo la experiencia y sensibilidad que se necesita y así seguiré hasta donde ustedes me lo permitan, vamos juntos en esta lucha por Nuevo Laredo, Tamaulipas y por México que tanto nos necesita”, puntualizó.
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